Mermelada de tomates ecológicos



Uno de mis mejores recuerdos de la infancia es el olor a tomate y a melocotón. A veces a mi padre le regalaban una caja de riquísimos tomates o melocotones que perfumaban toda la casa. Hace tiempo que ya los melocotones no huelen a nada y no digamos los tomates. Es más fácil encontrar una aguja en un pajar que un buen tomate en un supermercado. Desde que sé que en el Guadalhorce se cultivan más de 25 tipos de tomates o que en Antequera podemos comprar ricos tomates ecológicos me he propuesto no comprar esos tomates de plástico que andan por ahí. ¡Malagueños, a consumir de lo nuestro!

Pues el Señor ha oído mis súplicas y mi marido se presentó el otro día con montones de tomates que le regalaron y con los más maduritos he puesto el taller en marcha: mermelada, tomate frito, boloñesa, pisto... ¡Qué delicia! 

Ingredientes

  • 1 kilo de tomates maduros, 500 gr de azúcar (la receta original decía 700 gr, pero no me gusta tan dulce), 1 palo de canela y el zumo de medio limón

Elaboración

Para preparar la mermelada, pelamos los tomates y le quitamos las pepitas. Añadimos el azúcar y dejamos macerar durante una hora. Cuando pase este tiempo los tomates habrán soltado mucha agua. La retiramos y con ella podemos hacer zumo o gelatina. 
Ponemos los tomates en el vaso de la Thermomix y programamos 6 segundos, velocidad 4. Si quedan pepitas, quítalas con cuidado. Si te gustan más triturados programa un par de segundos más. Luego añade el palo de canela, el zumo de limón y programa 20 minutos, temperatura 100º, velocidad 3. Si te gusta más espesa programa 10 minutos más, temperatura Varoma, velocidad 2. Vuelve a comprobar el espesor por si necesita más minutos. Recuerda que las mermeladas espesan al enfriar.

Mientras la mermelada se va haciendo podemos esterilizar los botes. Hervimos los botes y las tapas durante unos 20 minutos contando desde que el agua arranque a hervir. Cuando ya están bien secos están listos para usarse. Los rellenamos hasta arriba y los volvemos a meter en una olla poniendo un trapo de algodón en el fondo para que no se rompan al golpearse. Los cubrimos bien y los dejamos unos 30 minutos. Los colocamos boca abajo y los dejamos así un día. 

Si tienes dudas de cómo envasar otras conservas o mermeladas, puedes consultar el blog Velocidad Cuchara. Tienen un post buenísimo.

Ya sólo queda etiquetarlos. A mí me gusta decorar los botes y encontré estas etiquetas tan bonitas de eat drink chic, un blog muy chulo. Si te gustan, te las puedes descargar de aquí. Las imprimí en papel adhesivo, las recorté y ¡listas! La idea la cogí del blog plata y chocolate, otra maravilla que anda por la red.


Artículo escrito por | A. Ruiz



Comentarios